Una noche, la familia militar decidió cenar en un restaurante, pero la familia no podía imaginar que la cena podría interrumpirse. Todos estaban sorprendidos. El padre había estado ausente durante muchos años.
A veces, las tareas profesionales de los padres militares crean algunas dificultades para las familias. Nadie quiere separarse de sus padres. Esta separación es muy difícil, especialmente para los niños. Dependiendo de la edad del niño, los desafíos y las dificultades emocionales pueden variar.
La madre militar siempre sabía que, cuando regresaba de su trabajo, debía hacer un esfuerzo especial por su hijo pequeño. La mujer, llamada Thérèse, era sargento mayor, y había estado ausente durante mucho tiempo.
La mujer había esperado mucho tiempo este encuentro. La madre y su hijo eran muy cercanos e inseparables, y ese día la madre, preocupada, quería compensar su ausencia con él.
La madre era como un ángel para su hijo, y a menudo el joven niño iba a su madre para pedirle consejos. La mujer había estado desplegada durante nueve meses, y fue un gran desafío para la madre y el hijo.
La mujer dijo que era muy difícil estar lejos de sus amigos y de su familia querida. Había perdido muchas cosas importantes y muchos eventos. Thérèse había renunciado a la boda de su hija.
Al regresar, la mujer y su esposo querían hacer un gran evento de bienvenida a casa que ayudara a su hijo a sentirse especial.
Finalmente, decidieron reunirse en un restaurante, que era el mejor lugar para toda la familia.
La mujer estaba escondida en la cocina del restaurante y, cuando la familia se acomodó alrededor de la mesa y quiso pedir la comida, el hijo no tenía idea de lo que iba a suceder.
Cuando la madre entró, su hijo se sorprendió al ver a su mamá, saltó de su silla y se quedó inmóvil.